Corto Maltes, personaje de comic creado por Hugo Pratt del que adapté el nombre, no busca nunca ser el héroe de las aventuras que protagoniza si no que intenta permanecer como mero espectador..... no siempre lo consigue!!.
domingo, 2 de agosto de 2015
Kalimocho
Cuando Pablo me propuso apuntarme a la tercera edición de la Kalimocho pensé que me venía algo grande el tema.
Una marcha circular en la bici de carretera, surgida de una quedada de amigos en la que partiendo de Ponferrada , recorre la Sierra de la Cabrera , zona limitrofe entre la provincia de León, Zamora y Orense. Aproximadamente unos ciento cincuentas kilómetros de distancia y 2800 metros de desnivel positivo, una pequeña heroicidad que tiene la subida mas larga que hubiera hecho nunca jamas. Desde Sobradelo hasta Peña Trevinca, veinticinco kilómetros ascendiendo para luego dejarse caer hacia la Baña y volver al Bierzo por los Portillines, por encima del Morredero, después de una breve parada en el pueblo de Corporales.
No pude fijarme en muchos detalles, pues la bici de carretera se basa mucho en el esfuerzo constante y menos en la recreación de las zonas que recorres, pero me quedo en la retina el hotel de Peña Trevinca , allí, solitario, esperando tiempos mejores, los pueblos de piedra semi derruidos en la Cabrera acompañados de grandiosas mansiones nuevas y la desagradable sensación que tuvimos al encarar la subida a los Portillines por detrás, donde nos encontramos una capa de asfalto recién echada y sin pisar, que a muchos nos destrozo ruedas y pastillas de freno.
Hay una frase, que repito a menudo, también en este blog, que es que solo me arrepiento de las rutas que no hago, pero al terminarla este día, después de haber sufrido lo mio ,le confesé a Fox que quizás en esta ocasión era la primera vez que me arrepentía de haberme metido en semejante lio.
Pablo , viendo mi indudable rostro de sufrimiento comentaba que menuda crítica iba a hacer en mi Blog.
No puedo afear a nadie por invitarme a una ruta, al revés agradezco estos detalles , ademas tuvimos mucho apoyo para sortear esos momentos difíciles con dos furgonetas que en todo momento estuvieron ahí dándonos agua y comida e incluso sitio para refugiarnos.
Lo cierto, es que rebobinando mis sensaciones y recuerdos en frio me alegro mucho de haberlo podido hacer y haber cumplido uno de los principales condicionantes que le pido ahora a las rutas ...desafios distintos y zonas desconocidas.
El miedo a veces nos atenaza, pero cada vez que rompemos una de estas cadenas estamos abriendo la puerta a otra empresa mayor....
Una paella en el Rincón de Pepin, sirvió de fin de fiesta y complemento final a esta ruta que algún día le podré contar a mis nietos que hice en bicicleta.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Ha sido la primera y estoy seguro que no la última...
ResponderEliminar